¡Hola queridos amigos! Como es popularmente conocido en la actualidad por multitud de estudios, y muchos medios de comunicación citan cada cierto tiempo (en ocasiones de forma alarmante a causa de el sedentarismo establecido en nuestra sociedad); la actividad física en las primeras etapas de nuestra vida como niños/as o adolescentes, resulta de vital importancia para adquirir unos grados óptimos en cuanto a salud; habiendo sido divididos en ocasiones tales beneficios en diversas categorías íntimamente relacionadas, como es el caso de la división que fue realizada en el año 2012 por el "Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad"; la cual responde a tres categorías diferentes, sobre las que iremos hablando y analizando poco a poco en "Move It (Blog)".
De este modo y en esta ocasión, os hablaremos de la primera de tales categorías; ante la que podréis encontrar más información adicional en la página oficial del "Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (www.msssi.gob.es)", y que es referida a "Los beneficios físicos, mentales y sociales para la salud durante la infancia; de la realización de actividad física":
La actividad física en la infancia produce una serie
de beneficios durante la niñez que incluyen un crecimiento y un desarrollo
saludables del sistema cardiorrespiratorio y músculo-esquelético, el mantenimiento
del equilibrio calórico (y por lo tanto,
un peso saludable), la prevención de los factores de riesgo de enfermedades
cardiovasculares como la hipertensión o el elevado contenido de colesterol en
sangre, y la oportunidad para desarrollar interacciones sociales, sentimientos
de satisfacción personal y bienestar mental.
El grado en el que la inactividad contribuye a los
crecientes niveles de obesidad en la infancia no ha sido definido con claridad
en la actualidad; no obstante, existen pruebas científicas sólidas que sugieren
que los niños y niñas inactivos presentan más probabilidades de tener un exceso
de grasa, incluso a una edad tan temprana como el final de la niñez. Asimismo,
existen pruebas científicas relevantes y convincentes de que los niños y niñas
que dedican más tiempo a tareas sedentarias tales como ver la televisión o los
juegos de ordenador demuestran más probabilidades de tener un exceso considerable
de grasa en su organismo.
Por otro lado, existen pruebas científicas sólidas y
contundentes que demuestran que la actividad física es importante para el bienestar
psicológico infantil; siendo sustentada dicha premisa en que los niños y niñas
con niveles de actividad más bajos presentan una prevalencia más elevada de
trastornos emocionales y psicológicos. El deporte y el ejercicio proporcionan
un medio importante para que niños, niñas y adolescentes tengan éxito; lo que
contribuye a mejorar su bienestar social, su autoestima y sus percepciones sobre
su imagen corporal, y su nivel de competencia; provocando un efecto más
positivo en aquellos que ya mantengan una baja autoestima previamente. Además, cabe
mencionar que los niños y niñas con niveles de actividad más elevados presentan
asimismo más probabilidades de tener un mejor funcionamiento cognitivo.
También podría resultar lógico a primera vista el suponer que
unos elevados niveles de participación en deportes y actividades físicas,
pueden estar asociados a niveles inferiores de delincuencia juvenil (como
participación en bandas, consumo de drogas, etc.); no obstante, las
investigaciones actuales han generado resultados equívocos respecto a esta
premisa.
Generalmente, las enfermedades cardiovasculares no son propias
de la infancia; pero las investigaciones han demostrado que los niños y niñas
menos activos físicamente y aquellos con una condición física cardiovascular
(aeróbica) deficiente, presentan más probabilidades de tener factores de riesgo
para estas enfermedades, tales como unos niveles inferiores de colesterol
“bueno” (colesterol de lipoproteínas de alta densidad: high density lipoprotein
—HDL— cholesterol), una presión sanguínea más elevada, un incremento de los
niveles de insulina y un exceso de grasa. De este modo, resulta muy probable
que la inactividad física contribuya a los crecientes niveles de obesidad, al
incremento de la resistencia a la insulina, a trastornos en el perfil de
lípidos y a una presión arterial elevada en la infancia. Este hecho, a su vez,
es probablemente responsable del incremento de la prevalencia de la diabetes de
tipo 2 en niños, niñas y adolescentes; una enfermedad que hasta hace poco sólo
se observaba en personas adultas obesas o con sobrepeso; lo cual podríamos
considerar como un dato revelador a la vez que preocupante.
De este modo y como podemos observar; la realización de actividad física entre los mas pequeños y jóvenes, puede obsequiar a estos con grandes beneficios en los mismos, de los cuales os hemos hecho referencia a los mas evidentes... Pero existen más. Muy pronto, os los descubriremos en "Move It", nuestro blog; pero hasta entonces os dejamos con una pregunta:
¿REALMENTE ESTAMOS CONCIENCIADOS DE ESTA REALIDAD COMO "DOCENTES"; O SENCILLAMENTE LA ACEPTAMOS PARA POSTERIORMENTE DEJARLA EN EL OLVIDO, ANTE OTROS TEMAS MÁS EVIDENTES O POR DESCONOCIMIENTO?
¡HA LLEGADO EL MOMENTO DE ACTUAR! ¡OS DEJAMOS CON UN VÍDEO PARA REFLEXIONAR!
¡UN ABRAZO Y HASTA MUY PRONTO, AMIGOS!
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