¡Bienvenidos una vez mas, en esta nueva ocasión,
amigos! Si en nuestro último artículo desde "Move It", intentábamos
detectar si nuestro centro escolar era una Escuela Activa; en esta nueva
ocasión intentaremos abordar el tema de como integrar en el Currículo las bases
para trabajar en el aula la Actividad Física Saludable; según las directrices
aportadas nuevamente por el "Programa Perseo
(www.perseo.aesan.msps.es)":
Un área fundamental de intervención en el centro
escolar es el desarrollo de los contenidos relativos a la actividad física
saludable dentro del currículo, con el objeto que de este modo llegue a la
totalidad de los alumnos de dicho centro; para lo cual resultará de
vital importancia el asegurar que los contenidos del currículo de Educación
Física se desarrollan convenientemente contando con unas adecuadas
instalaciones y equipamientos para esta labor, cerciorarse de que los
contenidos de actividad física orientada a la salud y de promoción de hábitos
de actividad física se desarrollan de manera adecuada dentro de los contenidos
del currículo de Educación Física, y finalmente mostrar un especial
interés en que las asignaturas de aula (susceptibles de abordar los contenidos
educativos relacionados con la salud) traten igualmente la temática de la
importancia de la actividad física en el mantenimiento y mejora de la salud.
De esta forma, un método eficaz para que todos estos aspectos puedan ser
valorados, será la realización de cuestionarios o sondeos creados para tal fin.
No obstante; existen una serie de inconvenientes
que pueden llegar a dificultar la transmisión a nuestros estudiantes por
nuestra parte, de los contenidos referidos a la actividad física saludable; entre los que
destacaremos los siguientes, relacionándolos con sus posibles soluciones a los
mismos; a excepción de los problemas ligados a la insuficiencia o inadecuación
de los espacios e instalaciones, al ser un problema estructural (y que creemos
conveniente mencionar también):
1. Solución al problema de la existencia de “clases poco activas”: Buscar
nuevas fórmulas de organizar las sesiones de manera más activa y de forma que
el alumnado permanezca activo durante un tiempo más prolongado; lo que
puede lograrse con el aprendizaje por parte del profesor (dentro del desarrollo
de su formación continua requerida y obligada) de nuevas estrategias que
pueden llegar a incrementar el tiempo de actividad incluso en más de un 400%.
2. Solución al problema de “escasez de material”: Darle la importancia y relevancia
que tiene a la dotación a medio plazo de recursos materiales para el
desarrollo de la Educación Física, por medio de la financiación de dicho
material; o construir en colaboración con otras áreas nuevos materiales
alternativos para este fin y por medio del trabajo del alumno.
3. Solución al problema de un “desarrollo inapropiado de los contenidos de actividad física y
salud”: Crear una programación sistemática de contenidos a
desarrollar en cada curso, sobre actividad física y salud.
4. Solución al problema de “no poner en práctica actividades educativas específicas para
promover los hábitos de actividad física”: Diseñar actividades que
potencialmente puedan tener impacto en el desarrollo de estos hábitos
(aunque dicho desarrollo trascienda el ámbito escolar).
Por otro lado, cabe destacar la idea de que para
conseguir alcanzar los objetivos planteados por el currículo educativo respecto
a la actividad física y la salud, resulta conveniente sistematizar y
detallar al máximo los contenidos que han de trabajarse durante la Educación
Primaria; los cuales serán englobados en 5 grupos según su temática, los
cuales señalaremos a continuación:
A. Conocimientos sobre la actividad física saludable; como por ejemplo las recomendaciones sobre la actividad física para la
promoción de la salud, los distintos tipos de actividades físicas y sus efectos
sobre la salud, recomendaciones sobre limitación de conductas sedentarias de
ocio, y las recomendaciones de horas a la semana en la realización de cada tipo de actividad
física en una “Pirámide de Actividad
Física”; como la que podremos apreciar seguidamente:
(Agradecemos la imagen propuesta a "www.lagarbancitaecologica.org")
B. Conocimientos sobre higiene y seguridad; como por ejemplo sobre higiene corporal (ropa, zapatillas, aseo,
etc.), el calentamiento como parte fundamental de las sesiones de actividad
física (para evitar lesiones y un mejor rendimiento de la actividad), el uso adecuado
y seguro de materiales/equipamiento e instalaciones, y el control de los
factores y situaciones de riesgo en las prácticas físicas.
C. Promoción de los hábitos de actividad física; como por ejemplo sobre la valoración de la actividad física y conductas
sedentarias del alumnado y la autoevaluación respecto a las recomendaciones existentes
para este grupo de edad, el conocimiento de las oportunidades de práctica de
actividad física en la escuela y el barrio, el conocimientos sobre la
contribución a la salud de la actividad física de la vida diaria, el conocimiento
de la contribución del tipo de juegos y juguetes para fomentar la actividad
física, el fomento del desarrollo de “grupos deportivos”, y el desarrollo de la
habilidad motriz general y aprendizaje de destrezas motrices específicas (destrezas
deportivas, bailes, actividades en el medio natural, etc.).
D. La condición física saludable; como
por ejemplo el conocimiento del concepto de Condición Física Saludable (CFS),
el conocimiento de los componentes de la CFS y del concepto de Zona de
Condición Física Saludable, los tipos de actividades y componentes de la CFS
que estimulan, la auto-evaluación de los componentes de la CFS y valoración
según la Zona de Condición Física Saludable, el aprovechamiento al máximo del
tiempo de clase para desarrollar los contenidos programados y el proporcionar
clases activas con niveles de intensidad moderados y vigorosos en todos los
contenidos.
Finalmente cabe destacar que la actividad física como conducta
saludable no sólo puede ser tratada en la asignatura de Educación Física, sino
que otras áreas del currículo deben abordar este contenido, contribuyendo de
este modo a un tratamiento transversal de esta temática, en lo que conocemos
actualmente como contenidos de “tratamiento
transversal de la educación en valores” o “elementos transversales”; e incluso y si estamos
dispuestos a ello, es posible ir más allá de una integración conceptual de la
actividad física saludable en el aula, por medio de algunos planteamientos
innovadores que en estos mismos momentos están tratando de integrarla
dentro del propio aula; como es el caso del proyecto desarrollado en Estados
Unidos, conocido como “TAKE10!” (o
“¡Dame 10!” en España); el cual consiste
simplemente en integrar 10 minutos de movimiento por cada hora de clase en las
actividades en el aula con los escolares, lo que permite que a lo largo de una
jornada escolar se produzca una cantidad considerable de actividad física cada
día.
No obstante y a modo de conclusión, también debemos tener en consideración la importancia de “la
acción tutorial en relación con las conductas saludables en los escolares”;
cuya importancia radicará en la de convertir al docente en el principal nexo de
unión entre estas actividades que proponemos a realizar en el ámbito escolar y
la información sobre las mismas a las familias de nuestros alumnos, para que se
produzca una trascendencia en la adquisición de hábitos de actividad física fuera
de las paredes del entorno escolar, que permita una mayor probabilidad de
su adquisición por parte de los estudiantes.
¡UN ABRAZO!
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